Y los 9 días que estuve en San Pedro fueron de locura máxima. No pare ni un minuto.
Después de la gran sorpresa me fui a la plaza a celebrar la entrada del nuevo año. El día de año nuevo estuve comiendo con mis padres y mi hermana, creo que la ultima vez que coincidimos los cuatro fue para la comunión de mi hermana... :P
No llegué a mi casa antes de las doce de la noche ni un solo día. Me dio tiempo de ir un par de veces a la Rosaleda (pfff, ni ganas que tenia de escuchar a los Malaka Hinchas en directo).
También pude jugar al fútbol gracias a una operación relámpago en la que mis amigos Sergio y Godino me "ficharon" (por lo que resta de temporada) para jugar con los Betikillos.
Por supuesto estuve en la bodeguita con los niños bebiendo cervezas (con limón, vale, pero pokito a poko...jajjajajaj).
Tampoco faltó el puchero de mi abuela Mariana.
Pero una de las cosas que más ganas tenia de hacer era la de coger mi coche. Fui a recogerlo a casa de mi primo, le metí 40 euros y fui a Estepona a dar la vuelta.
Solo me he quedado con la espinita de no haber podido pasar un poquito mas de tiempo con mi familia; pero es que la semana se me ha pasado super rápido.
Bueno...vale, también estuve un ratito en el kiosco.
Así que os podéis imaginar como me sentí cuando volví a abrocharme el cinturón y el avión comenzaba a tomar carrerilla para abandonar los 18 grados y el solecito de mi San Pedro Alcántara.
Juan vuelve.
ResponderEliminarAntes de lo que te esperas
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