Todo lo que empieza...

...en algún momento se acaba.
Estados de animo, sentimientos, acontecimientos, situaciones...yo que sé, mil cosas.
Lo que yo no sabia era que mi estancia en Londres se iba a prolongar por este tiempo.
Hacia mucho tiempo que tenia esa idea en la cabeza; la idea de irme de mi casa, de dejarlo todo y marcharme a otro país. A probar suerte. Buscarme un trabajo, aprender el idioma y empezar de cero. La idea en si, mientras no deja ser eso esta muy bien, pero cuando te planteas en serio llevarla a cabo y lo haces, no sabes realmente donde te estas metiendo.
Surgió que el destino me quiso poner a prueba y me ofreció lo que yo siempre había querido. Para entonces coincidió que no pasaba por un buen momento. Me había peleado con mi madre y había dejado de ir al quiosco. También había dejado de trabajar de camarero. Y por supuesto seguía arrastrando, tras casi dos años, la incomoda situación de encontrarme con mi exnovia.
No me vi obligado, ni presionado por nada cuando tome la decisión de venirme a Londres. Me venia con la idea de despejarme de todo eso. Con la esperanza de encontrar un trabajo lo antes posible y adaptarme al cambio cuanto antes. También existían otras motivaciones super importantes como era la de aprender inglés para cuando volviera a casa...
Ya os he contado en este tiempo la suerte que he tenido desde que llegué. De no haber sido asi hubiera durado en Londres un par de semanas como mucho.
Así que después de poco mas de cuatro meses, me voy con la ilusión intacta del que sale de casa por primera vez a buscarse la vida. En este tiempo he aprendido muchisimas cosas. La inmensa mayoría de ellas experiencias que me han ayudado a madurar en muchos aspectos de la vida. He aprendido muchas cosas de la cultura anglo-sajona (no todo es tan asqueroso como nos cuentan. Hay mas vida a parte de la comida rápida). He visitado sitios que solo veía en postales o en enciclopedias. He hecho amistades que recordaré toda la vida. Me he sentido muy querido desde el principio de mi estancia aquí.
No me marcho para nada arrepentido por las cosas que dejo, como por ejemplo un trabajo de los que no voy a encontrar en España ni de coña, o como del inglés que me quede por aprender. Me marcho con la sensación de haber cumplido o de haber saciado los intereses por los que vine.
Me marcho sabiendo que dejo todas las puertas abiertas para cuando quiera volver.
Se que hay muchas personas que darían cualquier cosa por verse en mi situación y vivir esta experiencia. Yo ya he hecho lo que tenia que hacer aquí.

Así que vuelvo

Vuelvo a mi casa, vuelvo con mi familia, con mi gente, y vuelvo con Paloma.
No quiero, ni hace falta que de ningún tipo de explicación. Los que me conocéis sabéis como lo he pasado todo este tiempo y cual era mi mayor deseo.
Han pasado y han cambiado muchas cosas y no habría tomado esta decisión de no estar completamente seguro. Por eso creo que si se tiene que equivocar alguien, ese alguien tengo que ser yo.
Ahora mismo mi felicidad está en San Pedro, junto a mi familia, junto a mis amigos y junto a ella.
Es por eso que cuando vuelva me gustaría que todos formarais parte de esa felicidad. Os he tenido muy presente todo este tiempo y no voy a dejar de hacerlo cuando vuelva.

Os quiero mucho a todos. Gracias por estar ahí.

9 días de locura

Y los 9 días que estuve en San Pedro fueron de locura máxima. No pare ni un minuto.
Después de la gran sorpresa me fui a la plaza a celebrar la entrada del nuevo año. El día de año nuevo estuve comiendo con mis padres y mi hermana, creo que la ultima vez que coincidimos los cuatro fue para la comunión de mi hermana... :P

No llegué a mi casa antes de las doce de la noche ni un solo día. Me dio tiempo de ir un par de veces a la Rosaleda (pfff, ni ganas que tenia de escuchar a los Malaka Hinchas en directo).
También pude jugar al fútbol gracias a una operación relámpago en la que mis amigos Sergio y Godino me "ficharon" (por lo que resta de temporada) para jugar con los Betikillos.
Por supuesto estuve en la bodeguita con los niños bebiendo cervezas (con limón, vale, pero pokito a poko...jajjajajaj).
Tampoco faltó el puchero de mi abuela Mariana.
Pero una de las cosas que más ganas tenia de hacer era la de coger mi coche. Fui a recogerlo a casa de mi primo, le metí 40 euros y fui a Estepona a dar la vuelta.
Solo me he quedado con la espinita de no haber podido pasar un poquito mas de tiempo con mi familia; pero es que la semana se me ha pasado super rápido.

Bueno...vale, también estuve un ratito en el kiosco.

Así que os podéis imaginar como me sentí cuando volví a abrocharme el cinturón y el avión comenzaba a tomar carrerilla para abandonar los 18 grados y el solecito de mi San Pedro Alcántara.

Nochevieja con sorpresa

Pues si...como casi todos sabreís ya a estas alturas, volví a España. Volví a mi casa.
Mentí a todo el mundo con la idea de darle a mi madre la mayor sorpresa del mundo. Y todo salio perfecto.
Hará como dos meses, estaba un día en el trabajo y mi compañera me comentó que si iba a bajar a España para las Navidades. Mi respuesta fue negativa puesto que solo llevaba un mes trabajando en ese sitio y no era muy procedente pedir vacaciones tan pronto. Pero ella me comento que para eso no había problema, que yo podía coger mis vacaciones cuando quisiera... Así que hablé con mi jefe y no me puso ninguna pega. Al día siguiente ya tenia mis billetes comprados e imprimidos.
Desde el 16 de Noviembre ya sabia que las uvas me las iba a comer en mi casa. Al igual que sabia que el sabado 8 me volvia a mi retiro londinense (solo que después lo cambié al domingo 9 para poder ir a la Rosaleda el sabado por la tarde).
Acto seguido emepecé a maquinar como seria la sorpresa. Quién vendría al aeropuerto a buscarme, etc. Sabia que mi prima Rocio se iba a poner super contenta cuando le dijera la noticia y la hiciera complice de mi sorpresa...Adjudicado!.
Un mes largo estuvimos contando los días que quedaban para el 31 y planeando cosas.
El plan consistía en llegar a Málaga, y pasar la tarde escondido en su casa. Para cuando todos estuvieran cenando en la casa de mi tía Reme, yo llamaría por teléfono haciéndoles creer a todos que estaba saliendo del trabajo y que iba camino de mi casa.

TODO SALIO PERFECTO.

Llegado el día, me levanté a las 5 de la mañana porque a las 6 venia el taxi a buscarme para llevarme al aeropuerto de Stansted. A las 8:05 de la mañana y con el cinturón abrochado el avión empezaba a coger carrerilla por la pista de despegue. El plan "NOCHEVIEJA CON SORPRESA" se ponía en marcha.
Tras casi tres horas de vuelo, sobre las doce menos diez (hora española) el avión tomaba tierra y yo empezaba a respirar mas tranquilo. Mi prima Rocio y Juan habían venido a recogerme. Pasamos un momento por Plaza Mayor para comprarme una camisa y una corbata en el Zara. Llegué a San Pedro y me metí corriendo en el piso de mi prima donde iba a pasar toda la tarde. Sorprendentemente pude quedarme dormido esa tarde y me tome el privilegio de acostarme casi tres horitas. Se acercaba la hora de la cena y tanto mi prima como su novio se marcharon para la casa de mi tía Reme. Para cuando mi prima me dio el toque en señal de que ya estaban mis padres en su casa, yo ya estaba arreglado. Así que salí de casa de mi prima y llamé a mi madre haciéndole creer que estaba saliendo del trabajo. Mientras que me acercaba a casa de mi tía, seguía hablando y saludando a todos. Entonces pusieron el altavoz del teléfono para que hiciera una broma de un juego que teníamos preparado de acertar películas...Yo ya estaba entrando por el portal cuando mi prima Rocio dejó la puerta medio encajada. Tal y como estaba planeado.Entonces Juan fingió que la llamada se cortaba y me decía que no se me oía bien. Entonces fue cuando abrí la puerta de la casa y dije: Y AHORA, ¿SE ME OYE BIEN?.
La sorpresa que se llevaron, sobre todo mi madre, fue tremenda. Toda la conversión y mi llegada esta grabada en vídeo.
Pero aun no habían acabado las sorpresas. Mi hermana estaba aparcando el coche mientras que yo les estaba explicando a mi familia como lo habíamos planeado todo. Me escondí en el pasillo y cuando mi hermana entró se quedo "to loca", jajajajaja.
Luego fuimos a casa de mi tía Caty y también paso mas de lo mismo. Mi abuela Mariana y mi tia Lucia no fueron menos. Mi prima Jara (que sigue por el norte) se emocionó bastante al saber de mi sorpresa. Al men casi me lo cargo también cuando me vió aparecer por la calle de la Bolera. Lorena ni se imaginaba que quien le estaba tapando los ojos en el Ayala era yo. Al día siguiente casi tenemos que bajar a mi abuela Pepi del extractor de la cocina del salto que pegó al verme.
Y así con casi todo el mundo...

La verdad es que todo el plan salio redondo.
Ya os aviso cuando suba el video.

Un beso muy grande para todos.
Nos vemos pronto.